Amistades Peligrosas: Sacrifícate

Este dueto español simplemente me encantaba. Adoro el sex appeal de Alberto Comesaña en ese tiempo y la perversa ingenuidad de Cristina del Valle. Ambos proyectaban la química especial que había entre ellos con canciones donde ella lucía sus agudos y él su erotismo cargado en la mirada. Adoré siempre el concepto de su música y sus videos. Lamentablemente -o sólo naturalmente- vino la inevitable separación, formando su legado artístico parte del recuerdo de una propuesta sensual y elegante que no he vuelto a ver en los últimos años.

Él siguió grabando con otra voz femenina tratando de reproducir el mismo concepto que en Amistades Peligrosas, ella se volvió una aguerrida activista social que defiende los derechos de las mujeres en todo el mundo. Los caminos que ambos siguieron dicen mucho de su extinta relación y del papel que cada quien jugaba mientras creaban -y hacían otras cosas- juntos, pero en lo individual ya no alcanzaron el éxito que tuvieron como dueto, esas explosiones extrañas que sólo se dan pocas veces en la vida de las personas.