María Victoria: Cuidadito

Un videíto retro para recordar a María Victoria, quien gracias a su belleza, sencillez y simpatía, supo no sólo arrancar los suspiros de los caballeros que acudían a verla y oírla cantar con su característico "pugidito", tan sensual y provocativo en esos tiempos, sino que logró colarse entre las familias con su célebre papel de "La Criada bien criada".

Ella estaba plenamente consciente de lo que provocaba, según una entrevista otorgada a Cristina Pacheco en su libro "Los Dueños de la Noche":

Mi personalidad me la hice yo solita. Nadie me dijo "péinate así, camina de este modo, maquíllate de tal manera". Yo sola, con el tiempo, fui dándome cuenta de lo que podía gustarle al público. [...] Reconozco que mi forma de vestir y cantar me convirtió en un símbolo sexual, pero no fue algo que yo buscara deliberadamente. La Liga de la Decencia llegó a prohibir mis canciones [...] Por mi silueta -cintura breve y caderas amplias- me convertí en cierto sentido en una estrella para el público masculino; después amplié mi auditorio y logré acercarme también a las mujeres y a los niños. Y eso es lo que cuenta.

De veras que cómo cambian las cosas con el tiempo...!!!

Les Luthiers: El madrigal de la moza

Que, ¿qué es lo que hace que Les Luthiers sean tan especiales? Sume usted:

1. Hermosas voces
2. Talentosos músicos
3. Impecables textos
4. Fino humor
5. Trabajo en equipo

Todo lo anterior no hace necesario ni un solo cambio de vestuario, por lo que la solemnidad de la etiqueta no hace sino reforzar la hilaridad del espectáculo, del cual pongo sólo un gracioso ejemplo de lo que puede hacerse cuando se aprende a equilibrar los egos. Estos argentinos son originales, divertidos, pero sobre todo, profesionales. A pesar de que ha habido cambios en el grupo desde su fundación en 1967, cuando todos estudiaban música y canto, el espíritu de Les Luthiers sigue vivo con presentaciones en todo el mundo.

Regina Orozco: Nunca

Más que una cabaretera propiamente dicha, en mi opinión Regina Orozco es una cantante y actriz versátil. Dueña de una magnífica voz dramática, la Megabizcocho, como se hace llamar, tiene momentos sublimes en cabaret como este del video, en donde apela a la comunicación con el público cercano del centro nocturno a través de los sentidos:

¿Cómo describir la sensación de estar frente a algo que te excita sobremanera pero que no puedes poseer? Pues con una naranja enchilada que nunca vas a probar.

Simplemente brillante, a tono con la canción, con la personalidad de la ejecutante, con el timbre de su voz que siempre suena fuerte y con alma. Habrá quien le critique asuntillos frívolos sobre la técnica, e inclusive hable de los excesos que la han llevado a descuidar su instrumento principal a un punto en que no pueda sostener las notas en algunos recitales; pero Regina tiene eso que otras no tienen al cantar: alma, misma que se hace patente en las presentaciones en vivo donde sustituye con gracia y presencia los equívocos de la garganta.

Si somos demasiado exigentes con la cantante, puede que sus juegos resulten hasta patéticos, pero si vemos a la mujer detrás del personaje, podremos identificar a una artista para quien lo importante es compartir emociones más que lucir el profesionalismo snob que se acostumbra apreciar en la ópera. Ya quisieran muchas como Susana Zabaleta dar a decir lo mismo.

Disfrútenla.