Más que una cabaretera propiamente dicha, en mi opinión Regina Orozco es una cantante y actriz versátil. Dueña de una magnífica voz dramática, la Megabizcocho, como se hace llamar, tiene momentos sublimes en cabaret como este del video, en donde apela a la comunicación con el público cercano del centro nocturno a través de los sentidos:
¿Cómo describir la sensación de estar frente a algo que te excita sobremanera pero que no puedes poseer? Pues con una naranja enchilada que nunca vas a probar.
Simplemente brillante, a tono con la canción, con la personalidad de la ejecutante, con el timbre de su voz que siempre suena fuerte y con alma. Habrá quien le critique asuntillos frívolos sobre la técnica, e inclusive hable de los excesos que la han llevado a descuidar su instrumento principal a un punto en que no pueda sostener las notas en algunos recitales; pero Regina tiene eso que otras no tienen al cantar: alma, misma que se hace patente en las presentaciones en vivo donde sustituye con gracia y presencia los equívocos de la garganta.
Si somos demasiado exigentes con la cantante, puede que sus juegos resulten hasta patéticos, pero si vemos a la mujer detrás del personaje, podremos identificar a una artista para quien lo importante es compartir emociones más que lucir el profesionalismo snob que se acostumbra apreciar en la ópera. Ya quisieran muchas como Susana Zabaleta dar a decir lo mismo.
Disfrútenla.
Regina Orozco: Nunca
domingo, 24 de octubre de 2010
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