Rita Guerrero Huerta falleció la tarde del pasado viernes 11 de marzo del presente año (2011) a la edad de 46 años. Ese es el dato oficial. Lo curioso es que está más viva que nunca.
La primera vez que vi su trabajo, yo tenía 8 años y era fan de Martín Garatuza, telenovela de Televisa basada en una novela de Vicente Riva Palacio. Salía de una joven mujer que es obligada a entrar a un convento engañada por su tío, quien le dice que el amor de su vida, el almirante César de Villaclara (Rafael Rojas), ha fallecido. Dolida y confundida enloquece al creer que es la reencarnación misma de la Virgen María, por lo que es acusada de blasfemia y sometida al tormento de la Santa Inquisición. Cabe decir que desde entonces, no he vuelto a ver una telenovela que se le parezca, con talento de las escuelas de teatro y no estrellas, como ahora. Eran los años ochenta.
En esa misma novela comparte créditos con otra de las grandes: Cecilia Toussaint, cuyo personaje dentro de la historia es la Monja Catalina Alférez, quien se enamora de Martín Garatuza (Manuel Landeta) y decide vestirse de caballero y adoptar la personalidad de Antonio de Erauzo, convirtiéndose en su fiel amigo literalmente hasta la muerte.
Debió ser que estas dos mujeres influyeron en mi vida desde esa tierna edad, en la que ambos personajes me marcaron sin volver a saber nada de ellas hasta muchos años después, cuando me enteré con sorpresa de que ambas eran dos actrices y cantantes cuyo talento había sobrevivido al machismo mexicano que imperaba en todos lados, pero particularmente en el rock.
Ambas han sido muy importantes, pero Rita Guerrero ha sido superior en propuesta, en personalidad, en congruencia y en honestidad. Y no hablo así porque ya se haya muerto, sino porque el dolor de su pérdida física me hace escribir lo que siento a flor de piel. Personas con ese nivel de talento, profesionalismo y compromiso, no deberían dejar de existir.
Independientemente de la tristeza personal de no contar más con ella entre nosotros, debo destacar trabajos como el mencionado Martín Garatuza; la serie de programas culturales maaaaaaaravillosa titulada La Materia de los Sueños, producida por Canal 22, en donde Rita era la conductora; sus discos con Santa Sabina, mismos que me acompañaron de principio a fin en mi identificación con la obscuridad, los poetas malditos, el arte gótico y el performance.
Siempre adoré su estética de mujer atrapada en los años 20, cabaretera a mil, misma que reflejaba en videos commo este que coloco a continuación. Luego me tocó verla en otra faceta, más tranquila, taciturna, melancólica, tal vez como una despedida lenta desde que empezó a dirigir el coro de la Universidad del Claustro de Sor Juana, y se integró en grupos de música barroca y sefardí como Ensamble Galileo. Tuve la oportunidad de verla en el escenario con ambos proyectos, disfrutarla, admirarla y decir entre dientes "Yo quiero ser como ella".
Descansa en paz, vive por siempre. Gracias donde quiera que estés.
Santa Sabina - La Daga
domingo, 13 de marzo de 2011
Publicado por Ondina en 18:48 0 Comentarios (Opina aquí)
Etiquetas: Actrices, Cantantes, Inspiración, Nostalgia, Rock
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