Hombres G: En mi coche

Bueno, bueno, bueno, ¿qué chavita no MORÍA literalmente por David Summers? No sé, pero yo sí era una de ellas... es más, yo creo que ahorita, todavía si me lo encuentro, me tiemblan las piernitas, jeje.

Fan a morir de esta agrupación, fui a ver las películas proyectadas en los cines de esta ciudad con el morbo y la excitación de una puberta de quinto año de primaria que escuchaba a esos españoletes insolentes decir cualquier guarrada con una sensualidad tan natural, que me hacía gritar por dentro... sí, sí, sí, porque nunca fui de esas niñas que iban a los conciertos y cosas así a desgañitarse por sus ídolos, no. Más bien siempre fui calladita y reservada, como un volcán que tardaría varios años más en explotar definitivamente.

Puedo estar aquí horas hablando de cómo los Hombres G fueron desde esa tierna edad y hasta la prepa, unos dioses del sex appeal (xD... sí, ya sé, hasta allá se percibe la hormona alborotada, pero así es). David ha sido el novio que siempre quise tener: romántico pero cachondo, divertido pero entregado, masculino pero femenino... Suspiro...

Pero no, no es sólo eso. La verdad es que su música hasta estos días siempre me ha fascinado, no me aburre a pesar de que mis gustos se han movido hacia otras latitudes muy diversas. Elegí este video de "En mi coche" porque me recuerda mis primeras vivencias de la prepa, si bien nunca he tenido auto propio, era el despertar a andar con amigos de noche, de los primeros sueños de amor, de las primeras estrellas fugaces. Eran cuatro tipos guapos jugando a hacer rock and roll, y la verdad es que lo hacían muy bien, sin complicaciones. Su encanto radicaba justamente en eso: en no ser pretenciosos, sobre todo en los primeros discos, y nuevamente haciendo referencia a los Beatles -toda proporción guardada-, David Summers, Rafa Gutiérrez, Dany Mezquita y Javi Molina (así, en diminutivos) eran una alquimia perfecta de amistad, complicidad y talentos.

Sin más ni más, disfrútenlo conmigo: